Los créditos hipotecarios son una herramienta financiera fundamental para muchas personas que desean adquirir una vivienda. Pero, ¿realmente entendemos qué son y cómo funcionan? En este artículo, exploraremos a fondo todo lo relacionado con los créditos hipotecarios de manera clara y sencilla.

¿Qué es un crédito hipotecario?
Un crédito hipotecario es un préstamo que te permite comprar una casa o un terreno. Es una forma de financiamiento a largo plazo, respaldado por una garantía hipotecaria, generalmente la propiedad que estás comprando. En esencia, el banco o la institución financiera te presta el dinero que necesitas para comprar tu vivienda, y tú te comprometes a devolverlo en cuotas mensuales durante un período de tiempo acordado, más los intereses correspondientes.
¿Cuáles son las características de un crédito hipotecario?
Las características de un crédito hipotecario son las siguientes:
- Destinado a la adquisición de bienes inmuebles: Los créditos hipotecarios están diseñados específicamente para financiar la compra de propiedades, como casas, departamentos o terrenos.
- Garantía con la propiedad: La propiedad adquirida actúa como garantía del préstamo. En caso de incumplimiento en los pagos, el prestamista puede ejecutar la hipoteca y tomar posesión del inmueble para recuperar el dinero prestado.
- Plazos de pago a mediano y largo plazo: Los créditos hipotecarios suelen tener plazos de pago que van desde los 5 hasta los 30 años, lo que permite distribuir el pago de la deuda en cuotas mensuales más manejables.
- Requisitos de ingresos y ahorro inicial: Para obtener un crédito hipotecario, se debe demostrar que se tienen ingresos suficientes para cubrir los pagos mensuales y también se suele requerir un ahorro inicial para cubrir gastos asociados a la compra del inmueble.
- Gastos asociados: Además del monto principal del préstamo, la adquisición de una propiedad mediante un crédito hipotecario conlleva gastos adicionales, como honorarios notariales, gastos de registro de la propiedad y seguros asociados.

¿Cómo funciona el crédito hipotecario en Colombia?
- Solicitud y aprobación: El proceso comienza con la solicitud de un préstamo hipotecario a una entidad financiera. El solicitante debe proporcionar información detallada sobre sus ingresos, historial crediticio, y la propiedad que desea adquirir. La entidad evalúa la capacidad de pago del solicitante y la viabilidad del proyecto, incluyendo la tasación del inmueble.
- Términos y condiciones: Una vez aprobada la solicitud, se establecen los términos y condiciones del préstamo, incluyendo el monto del préstamo, la tasa de interés, el plazo de amortización y otros cargos asociados.
- Desembolso del préstamo: Una vez aceptadas las condiciones del préstamo, la entidad financiera realiza el desembolso del dinero al vendedor o constructor del inmueble.
- Pago mensual: El prestatario debe realizar pagos mensuales que incluyen capital e intereses durante el plazo acordado. Estos pagos se realizan generalmente a través de débito automático desde una cuenta bancaria.
- Garantía hipotecaria: La propiedad adquirida actúa como garantía del préstamo. En caso de incumplimiento en los pagos, la entidad financiera puede ejecutar la hipoteca y tomar posesión del inmueble para recuperar el dinero prestado.
- Pagos asociados: Además del monto principal del préstamo, el prestatario debe cubrir gastos adicionales, como honorarios notariales, impuestos de registro, seguros y otros cargos relacionados con la compra del inmueble.
¿Cuáles son los requisitos para un crédito hipotecario?
Para obtener un crédito hipotecario, generalmente se requieren varios documentos y cumplir con ciertos criterios establecidos por la institución financiera. Estos requisitos pueden variar la entidad prestamista, pero algunos de los requisitos comunes incluyen:
- Ingresos estables: La entidad financiera suele requerir que el solicitante tenga ingresos estables y suficientes para cubrir el pago mensual del préstamo hipotecario. Esto puede demostrarse a través de recibos de sueldo, declaraciones de impuestos u otros documentos financieros.
- Historial crediticio: Es importante tener un buen historial crediticio, ya que las instituciones financieras revisarán su historial de pagos de préstamos anteriores, tarjetas de crédito y otras deudas para evaluar su capacidad de pago y riesgo crediticio.
- Cuota inicial: Por lo general, se requiere que el solicitante pague una cuota inicial como parte del costo total de la propiedad. Este monto puede variar dependiendo del prestamista y del tipo de préstamo, pero generalmente oscila entre el 10% y el 20% del valor de la propiedad.
- Documentación personal: Se requerirá proporcionar documentos personales como identificación oficial (cédula, pasaporte), comprobante de domicilio, estados de cuenta bancarios, entre otros.
- Evaluación de la propiedad: La entidad financiera realizará una evaluación de la propiedad que se va a adquirir para determinar su valor y asegurarse de que cumpla con los estándares de la institución para otorgar el préstamo.
- Capacidad de endeudamiento: La institución evaluará la capacidad de endeudamiento del solicitante, es decir, la relación entre sus ingresos y sus deudas existentes, para determinar si puede asumir un nuevo préstamo hipotecario.
Estos son algunos de los requisitos comunes para obtener un crédito hipotecario, pero es importante tener en cuenta que pueden variar dependiendo de la política de cada entidad financiera y de la situación financiera específica del solicitante. Se recomienda consultar con el banco o entidad prestamista para obtener información detallada sobre los requisitos específicos.
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¿Cómo afecta la UVR a los créditos hipotecarios?
La Unidad de Valor Real (UVR) afecta los créditos hipotecarios de varias maneras:
- Protección contra la inflación: La UVR se ajusta periódicamente según la inflación, lo que significa que el valor real de la deuda hipotecaria se mantiene constante en términos reales. Esto protege tanto al prestamista como al prestatario contra la pérdida de valor adquisitivo del dinero prestado o pagado.
- Ajuste de cuotas: Las cuotas de los créditos hipotecarios expresados en UVR pueden ajustarse con el tiempo para reflejar los cambios en el valor de la UVR debido a la inflación. Esto puede llevar a que las cuotas aumenten o disminuyan a lo largo del tiempo, dependiendo de cómo evolucione la inflación.
- Estabilidad en el valor de la propiedad: Al expresar el valor de la propiedad en UVR, se busca mantener su poder adquisitivo a lo largo del tiempo. Esto significa que, en teoría, el valor real de la propiedad se mantiene constante, lo que puede ser beneficioso tanto para el prestamista como para el prestatario en términos de estabilidad financiera.
En resumen, la UVR proporciona una forma de proteger tanto a los prestamistas como a los prestatarios contra los efectos de la inflación, al tiempo que brinda estabilidad en el valor de la deuda y de la propiedad.
Conoce nuestro artículo: ¿Qué es UVR y cómo funciona?